Donovan "Beat Cafe"

Me perdí los sesenta y los setenta y la sensación de comprar desde el primer día los discos de un montón de tipos muy grandes. Cuando te pasa eso, se suele remediar con lo que considero un error, que es seguir la carrera de sus imitadores. Y no, escuchar lo nuevo de Ryan Adams no tiene nada que ver con lo que en su día fue desprecintar un disco de Gram Parsons y los Byrds, por ejemplo. Pero lo que si me gusta hacer es escuchar los nuevos discos de gente muy veterana, fuera de los obvios como Dylan, Stones, Neil Young, etc. Y aun en el caso de estos, escucharlos bastante, porque normalmente se habla mucho cuando salen pero luego se archivan como obras secundarias. Bueno, pues en esa bola estoy oyendo mucho el "Beat Cafe" de Donovan, que es loo primero que graba en ocho años. La portada es un horror, pero en la contra veo que colaboran Danny Thompson y Jim Keltner y me parecen personas serias. mer lo llevo y lo escucho con asiduidad durante varios días; en las notas Donovan explica que es un homenaje más que a la generación beat al "espíritu" beat, y de hecho tanto por letras como por sonido es bastante obvio y hasra a veces un poco tópico, pero Donovan es un tio que hace buenas canciones y aqui hay algunas muy bonitas, como "Yin My Yang". El disco tiene su tonito extrospectivo y orientalizante, es como una especie de hippy-lounge con todos los trucos de Donovan, tanto que a veces parece de un imitador, pero no, es el genuino, a veces te puedes convertir en una máscara de ti mismo, pero a mi me gusta más si la máscara sonrie. Deresro la autocompasión y Donovan se sigue gustando. Bonito disco, no le busques más vueltas.

Pdta. En el mismo sello (Applesed) hay un disco nuevo de Eric Andersen que me gustaría escuchar.

Dexys Midnight Runners "It Was Like This" (DVD Live)

Siempre molan las historias de genios que tiran su carrera por la borda, ¿no? Y de grandes obras perdidas. Al favorito universal Brian Wilson opondré el nombre de Kevin Rowland como mi candidato al "Road to Ruin Hall of Fame". Rowland, al menos, hizo su obra maestra y la supo recuperar; "Don't Stand Me Down" es un disco REAL infinitamente superior a casi todos los FALSOS tesoros perdidos de los que siempre se habla en estos casos. Hace un par de años se reeditó en una versión llamada jocosamente "The Director's Cut" que incluía varios clips, entre ellos el inenarrable corto neoyorquino rodado para "This is What She's Like", glorioso single de doce minutos, con conversaciones, interludios y cambios de ritmo palpitantes que le llevo directamente a la ruina, ruina que completó años después con su disco en solitario "My Beauty" y aquella portada en la que aparecía con bigote y ligueros. Los Dexys fueron para muchos un 'one hit wonder' que dejó atrás solo la impresionante "Come on Eileen", pero son mucho más, una excusa perfecta para, como decía Rowland, 'hacer soul y vestir ropa elegante y molona'. Sus tres discos son acojonantes, la tardía respuesta británica a lo que representó Dylan para el rock y el folk yanqui. Tras el fracaso de "Don't Stand Me Down" Rowland desmontó la banda y durante años se dedicó a hacer el esteta, a vivir como un príncipe bohemio de los derechos de autor y a pensar que aquello que decía Wendy de "puedo volar, puedo volar" era real en su caso. Se sobrevivió y aportó un par de temas nuevos y buenos en "Let´s Make it Precious", buen recopilatorio de hace un par de años. Ahora se edita "It Was Like This", un DVD de uno de los conciertos de su gira de reaparición del años pasado, con una banda en la qu se echan a faltar miembros clásicos pero en la que está, y es agradable verle, Mick Talbot (Style Council) que es un tío con feeling. Se le ve más pausado, algo más torpe de movimientos, más cercano a la imagen de viejo gangster que de dandy, pero está muy bien de voz y merece la pena. Coño, merece la pena recalcar que los Dexys Midnight Runners eran de Birmingham, una ciudad que está en medio de la puta Inglaterra y por la que nunca se te ocurriría parar subas o bajes por la autopista que cruza la isla. Es como la fábrica más grande del mundo, pues allí nació el soul británico, o lo que es lo mismo, el genuino soul blanco.

Joni Mitchell "Dreamland"

Hay toda una generación de músicos que tenía bastante abandonada y que últimamente estoy recuperando. Es la de aquellos pijazos existencialistas formada por gente como Joni Mitchell, James Taylor, Carole King, Fleetwood Mac, David Crosby y unos cuantos más. A lo largo de los 70 llevaron una vida regalada, pero también bastante miserable, que a escala de pop star me recuerda a esa maravillosa y terrible película, opacada por la bastante peor "American Beauty", que se llamaba "Tormenta de Hielo". De Ang Lee, por si alguno tiene curiosidad. Bueno, todos aquellos tíos eran guapos, inteligentes, cultos, de buena familia, pero eran los setenta y se sintieron con la necesidad de buscar los límites de la vida, de la cotidiana en su caso, de la que pudiera llevar cualquier habitante de un barrio mediobueno, aunque sea de artisteo. Joder, y en los setenta, la 'ordinary people' vivió uno de sus periodos más convulsos; las drogas, legales y alegales a saco, el fin de la familia como estructura emocional, la pareja abierta, el adios a la confianza en lo que había sustentado la vida del hombre común, vaya. Todos estos tipos que contaba antes da la impresión de que supieron contarlo todo sin enterarse de nada. Es como si su vida fuera transparente para escribirla, pero no supieran vivirlan sinque les matara poco a poco. Fueron bastante desgraciados, y el que no pasó media década desintoxicándose o intoxicándose intento suicidarse media docena de veces, o quizás escondió en su música su cobardía, como Joni Mitchell, que escribió acojonantes canciones sobre los sentimientos cuando años antes había dado a su hija en adopción, sin atreverse a reencontrarse con ella hasta tres décadas después. Todo don implica sufrimiento, dijo alguien, y estos tipos lo llevaron a la práctica hasta el límite. Hoy he escuchado "Dreamland", el recopilatorio de Joni, espléndidas sus canciones de los primeros 70, también, aunque muy diferentes, las revisiones de estas que grabó con acompañamiento orquestal en el 2002, ya reconciliada con su hija. Retazos de una época en la que a veces se sufrió para experimentar lo que se sentía, o se extremó el placer y la libertad hasta convertirla en sufrimiento.

Jerry Garcia "García"

Esta semana he hecho una cosa rarísima, una de esas cosas que hacemos los compradores compulsivos de discos. Como he cobrado un dinero que no esperaba y me he ahorrado un dinero con el que contaba, pues me he dado un homenaje y he pillado algunos discos que queria tener sin iinguna razón aparente. Supongo que lo más cantoso es la caja de Jerry García, que cuando he llegado a casa me he dicho "¿Yo soy tan fan de Jerry García comno para comprarme una caja?". Afortunadamente, lo soy. El primer disco, que grabó en el 72, es fabuloso, es tan hippy y tan bueno que parece uno de esos discos que se hacen hoy copiando lo que se hacía entonces,l solo que este se hizo sin red. Primero tiene cuatro o cinco canciones cortas, pop folk, y luego ya viene la veta más pescadélica, con temas más largos y guitarras ululantes. Es un disco estupendo, las canciones son preciosas y la caja, además, es muy chula, con un libreto escrito con sencillez y bastante cariño. Lo recomiendo mil veces antes que cualquiera de estos discos de revival rock que tienen trampa, es como si yo ahora le pongo ruedas a un trineo y digo "esto para llevar bombonas de butano, no te cansas nada", no te jode, claro. Porque además la racia es que García de pequeño había mamado mucho country y bluegrass en casa, y luego por su cuenta escuchó rock. No es lo mismo tomar los ingredientes por separado y crear algo que partir de la mezcla y volver a diluirlo. "Garcia" suena puro, suena entero, y luego le puedes sacar el sabor que tiene a cada historia. Ya iré comentando el resto de os discos, pero creo que me van a molar, casi seguro, porque soy fan.

Buenas noches, bienvenidos, hijos del rockanrol

Un primer post para avisar que estoy trasladando contenidos desde otras fuentes de pajas mentales.